La ciudad estadounidense de Hot Springs, Arkansas, tenía un problema oculto bajo sus pies: millones de litros de agua tratada desaparecían diariamente a causa del deterioro de las tuberías y las fugas no detectadas. En la actualidad, la ciudad ha recuperado el control gracias a una avanzada tecnología digital Sensus de Xylem que ha reducido las pérdidas de agua no contabilizada del 44% al 24%.
Los crímenes ambientales tienen un claro impacto en la salud pública y medioambiental. Su detección y persecución continúa siendo un desafío para las autoridades competentes. Para enfrentarlo, nace Emeritus, un proyecto financiado por la Unión Europea (UE) que desarrolla un protocolo efectivo para investigar delitos ambientales mediante tecnologías avanzadas como satélites, drones e inteligencia artificial (IA).
La empresa Incatema ha construido y puesto en marcha en Cambérène, distrito al norte de Dakar (Senegal), una nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) con capacidad para tratar 91.634 m3/d, mediante la remodelación y ampliación de las instalaciones existentes. En ella, se ha llevado un proceso de valorización de los lodos para obtención de biosólidos de uso agrícola, tal y como explica Fernando Díaz, director de Infraestructuras de Incatema.
Este artículo recoge el resumen y conclusiones de la segunda jornada técnica sobre valorización, tratamientos, análisis y costes de lodos de EDAR que las revistas Tecnoaqua e IndustriAmbiente, junto con el Grupo Bioindicación Sevilla (GBS) y la Asociación Española del Agua Urbana (DAQUAS), coorganizaron el pasado 19 de junio en Madrid. El objetivo, entender el proceso de los fangos y sus distintos tratamientos, incluyendo sus costes economicos, así como analizar si deben entenderse como un residuo o como un recurso.
La campaña del Día Mundial del Medio Ambiente de este año retoma el tema de 2023, la contaminación plástica, cuya magnitud la ha convertido en una de las mayores emergencias ambientales de la actualidad. La circularidad forma parte del ciclo natural de la vida y es el modelo con el que minimizar el impacto de estos materiales en nuestro entorno.
Movidas por la necesidad de adaptarse al cambio climático, a los retos demográficos y ambientales y a optimizar la gestión de los recursos hídricos, Australia y Nueva Zelanda están dando pasos estratégicos hacia la digitalización del ciclo integral del agua, con la inteligencia artificial (IA) como tecnología abanderada, tal y como cuenta Xylem Vue en este artículo.