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La empresa Incatema ha construido y puesto en marcha en Cambérène, distrito al norte de Dakar (Senegal), una nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) con capacidad para tratar 91.634 m3/d, mediante la remodelación y ampliación de las instalaciones existentes. En ella, se ha llevado un proceso de valorización de los lodos para obtención de biosólidos de uso agrícola, tal y como explica Fernando Díaz, director de Infraestructuras de Incatema.
La EDAR de Cambérène, en Dakar (Senegal) está completamente automatizada, disponiendo para ello de la instrumentación y sistema de control correspondientes. Cuenta, además, con todos los servicios complementarios necesarios y de minimización del impacto ambiental, como pueden ser los sistemas de desodorización e insonorización.
Se ha diseñado esta infraestructura con una línea de fangos que genera, con bajo coste ambiental, biosólidos, es decir, lodos tratados y estabilizados para reducir patógenos, olores y contenidos contaminantes. Se hace de tal manera que estos biosólidos cumplen con requisitos normativos para su uso o valorización tanto en agricultura, paisajismo o en restauración de suelos.
Para la obtención de estos biosólidos se emplean diferentes aplicaciones en diferentes etapas de tratamiento para garantizar su calidad y seguridad:
Estos procesos pueden completarse con tratamientos avanzados para la eliminación de contaminaciones específicas.
Mediante los tratamientos que recibe el agua residual en la EDAR de Cambérène se obtiene la reutilización de una considerable parte del efluente tratado (11.520 m3/día) que se emplea para riegos agrícolas. Además, existe la posibilidad de aprovechamiento de los fangos una vez deshidratados, como puede ser:
Así, el uso de estos biosólidos generados en la EDAR está contribuyendo al reciclaje de residuos mediante el aprovechamiento de los nutrientes y la materia orgánica presentes en los residuos del agua, evitando que se conviertan en desechos. El uso seguro de los biosólidos requiere de actuaciones de control, como es el monitoreo de contaminantes mediante análisis de laboratorio para detectar y cuantificar la presencia de metales pesados, patógenos y otros contaminantes.
Además, la EDAR de Cambérène está conectada al emisario submarino que también ha construido Incatema. Esta infraestructura permite la dilución definitiva de una gran parte de las aguas residuales, previamente tratadas en la EDAR, en alta mar. A más de 1.300 m de la costa, y a 30 m de profundidad, tiene lugar, de forma natural, un proceso químico, físico y biológico por las propias condiciones del océano (temperatura, salinidad, presión, radiación ultravioleta y el efecto de las corrientes marinas) que termina de depurar esas aguas. Tanto la EDAR como el emisario submarino forman parte de un ambicioso proyecto del gobierno senegalés para descontaminar el Norte de la ciudad de Dakar, una zona de alta polución, conforme a los objetivos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.