4 de junio, 2014
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El espacio Can Serra de Cornellà de Llobregat, una de las sedes del Grupo Aguas de Barcelona, acogió a finales de mayo el workshop final del proyecto europeo CORFU. El proyecto, que recibe financiación del 7º Programa Marco de la Comisión Europea, estudia los impactos sociales y económicos provocados por inundaciones. En concreto, CORFU ayuda a aumentar la resiliencia ante este tipo de situaciones en zonas urbanas y realiza una evaluación integral de los impactos de las inundaciones que permite una mejor planificación de las actuaciones teniendo en cuenta el análisis coste-beneficio, así como otros beneficios intangibles. En esta jornada se presentó el caso del barrio del Raval de Barcelona como caso de estudio, ya que las inundaciones en este barrio barcelonés siguen siendo un tema por resolver. El proyecto, con un presupuesto de 5 millones de euros, está liderado por la Universidad de Exeter y en él participan Cetaqua, Centro Tecnológico del Agua, y la Dirección de Drenaje Urbano de Aqualogy.

Los resultados del caso de Barcelona

Barcelona goza de un clima típicamente mediterráneo caracterizado por una precipitación anual acumulada de 600 mm, pero con algunos episodios de lluvia muy intensos. La morfología de la ciudad presenta zonas en la parte alta con pendientes muy pronunciadas y zonas llanas cerca de la costa, por lo que se puede definir como una morfología hidrológicamente adversa. La combinación de estos dos factores hace que el drenaje de la ciudad sea un punto clave y cuente con puntos críticos en la parte baja de Barcelona, como es el caso del barrio del Raval.

El Raval, con unos 50.000 habitantes en un área de 1,1km2, es una de las zonas más densamente pobladas de Europa, con una alta tasa de superficie impermeable y numerosos elementos vulnerables, como escuelas, hospitales o calles peatonales. Además, los modelos de alcantarillado tradicionales en esta zona no reproducen correctamente la problemática de las inundaciones, puesto que estas se deben, principalmente, a la escorrentía superficial procedente de las cuencas situadas aguas arriba. Debido a este problema, uno de los objetivos del caso de estudio fue desarrollar un modelo 1D/2D donde se representara el flujo unidimensional de la red de alcantarillado y, a su vez, el flujo bidimensional de la escorrentía superficial.

Tipos de impactos

Los impactos generados por las inundaciones pueden ser de tipo económico, social y ambiental. En el proyecto se han tratado los impactos de las inundaciones sobre la seguridad de la circulación de peatones y vehículos durante episodios de lluvia extremos llegando a definir, en los respectivos casos, zonas de peligrosidad alta, moderada y leve. Con respecto a los impactos económicos, estos se clasifican en función de si el causante ha sido el agua (directos) o no (indirectos) o si su valor se puede contabilizar en unidades económicas (tangibles) o no (intangibles).

Este estudio se ha centrado en los daños directos tangibles, debido a la tipología de inundaciones en el Raval y las características del barrio. Los daños esperados anuales (DEA, o EAD del inglés Expected Annual Damage) son una representación de los daños potenciales que pueden ocurrir en una zona debido a las inundaciones. El valor de EAD se define como un promedio de los daños computados a lo largo de una serie de años. Se suele calcular a partir de la simulación de distintos eventos con diferentes probabilidades.

Las inundaciones en el Raval, pendientes de resolver

Mediante la implementación del modelo acoplado 1D/2D, se han generado mapas de peligrosidad para distintos periodos de retorno. Con respecto a los mapas de daños se ha considerado una hipótesis conservadora asumiendo en el interior de los edificios los mismos calados simulados por las calles. Así, se han obtenido los mapas de daños para cada uno de los periodos de retorno. Al agregar estos valores a cada evento y representarlos junto con su probabilidad, se obtiene la curva de la que se puede sacar el valor de EAD del barrio del Raval: casi 1,7 millones de euros. Aunque este valor sea una cota superior de los daños medios anuales que pueden llegar a darse en el Raval, esta cifra indica, sin lugar a dudas, que la problemática de inundaciones en el Raval está todavía por resolver.


Metodología utilizada

El modelo 1D/2D desarrollado para esta zona se ha basado en el software Infoworks ICM de Innovyze. Para el análisis de los daños en edificios se han construido las curvas de daños para distintas tipologías de edificios y sus contenidos (comercial, residencial, hoteles, edificios públicos, etc.), relacionando el calado de inundación con los daños relativos que sufriría el edificio. Estas se han construido a partir de la experiencia con la colaboración con peritos de inundaciones, así como utilizando referencias de otros países como Alemania con los precios del caso español.

Una vez desarrollados los mapas de inundación con el modelo 1D/2D y utilizando las curvas de daños, se pueden calcular las pérdidas para cada edificio y para todo el barrio del Raval. En este caso y para calcular el valor de EAD, se utilizaron lluvias de diseño con periodos de retorno de 1, 10 y 100 años.

Los escenarios futuros

Mediante la incorporación de los efectos de los posibles cambios climáticos y socioeconómicos, se han simulado diversos escenarios futuros que indican que los daños pueden incrementar de forma considerable en un futuro si no se toman medidas al respecto (escenarios Business as usual). Para ello, se han incorporado también escenarios de adaptación que permiten, mediante la implementación de medidas no estructurales, soluciones verdes o con medidas tradicionales, mitigar los impactos futuros.

Los comportamientos de estas estrategias de reducción del riesgo de inundaciones se han evaluado desde un punto de vista económico, utilizando un análisis coste-beneficio con distintos escenarios futuros. El objetivo final es poder realizar una priorización de medidas a implementar, clasificándolas en función de su coste-beneficio.

Los resultados de este análisis económico muestran que las medidas tradicionales suponen mayores reducciones de daños, pero, debido a sus elevados costes, los beneficios netos son menores. Por ello, existe la necesidad de incorporar todos los beneficios que las medidas suponen, muchos de ellos intangibles, para que la evaluación y priorización de medidas sea completa. Es por ello que, dentro del marco del proyecto CORFU, se ha desarrollado un índice llamado FRI (Flood Resilience Index), metodología pionera para la evaluación holística del comportamiento de los sistemas urbanos frente a inundaciones.

El proyecto, con un presupuesto de 5 millones de euros, está liderado por la Universidad de Exeter y en él participan Cetaqua, Centro Tecnológico del Agua, y la Dirección de Drenaje Urbano de Aqualogy.

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