22 de mayo, 2017
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Iverna 2000 lanza su nuevo pate marino 330 CR, un modelo específico para puertos que se suma a la amplia gama de pates de polipropileno disponible, un total de 45 modelos diferentes.

Este nuevo peldaño sigue teniendo las calidades y acabados de siempre:

  • Varilla de acero de 12 mm con cobertura de polipropileno copolímero de alto impacto.
  • Siempre plástico virgen, no reciclado, de alta dureza.
  • Piso antideslizante para un agarre perfecto.
  • Versión apta para superficies rectas y curvas en un solo modelo.
  • Aletas para evitar caídas laterales.

Los peldaños de Iverna se han instalado ya en múltiples lugares: pozos de registro, colectores, sistemas de alcantarillado, fábricas, arquetas… Sin embargo, cuando el peldaño está a la intemperie y tiene que soportar inclemencias y efectos del temporal ya sean tormentas o el impacto continuado de radiación solar, se necesita un pate de gran resistencia frente ambientes agresivos.

Por ello, la empresa ha añadido a su gama moderna de pates de polipropileno las siguientes características:

  • Máster sólido a la luz con protección ultravioleta.
  • Acero inoxidable calidad AISI-316.
  • Color azul marino elegante perfecto para puertos.

Este nuevo pate marino ya ha sido instalado en la baliza de piedra Burela en el Puerto de Ferrol. Esta baliza fue construida en 1959 y ha sido durante décadas un símbolo arquitectónico de la localidad. Situada en la comarca de la mariña lucense, dicha baliza quedo seriamente dañada tras uno de los temporales que sacudió la costa de Lugo en 2014. Iverna participó en la reconstrucción de la baliza de piedra Burela situada sobre un islote a 800 metros del puerto. Dada la dificultad que supone trabajar sobre una superficie tan reducida con pendientes pronunciadas y rodeada de mar, se tuvieron que utilizar medios aeronáuticos para evitar el empleo de infraestructuras de gran tonelaje y envergadura. Restituir la baliza como elemento de ayuda y seguridad para la navegación marítima, implementar nuevas tecnologías de alimentación solar que eviten el empleo de baterías y conservar la geometría y colores originales, para preservar dicha construcción como símbolo de la localidad, han sido los objetivos principales de esta obra.

La obra de la baliza en el puerto de Ferrol es un perfecto ejemplo de lo exigente que es Iverna con la calidad de sus pates de polipropileno, creando un modelo capaz de resistir los peores temporales, el choque de las olas golpeando la baliza, cambios de temperatura o la exposición solar constante.  Además, este pate de polipropileno marino ya ha despertado la curiosidad de otros organismos portuarios, por su gran acabado, facilidad de instalación y mínimo mantenimiento. De esta manera, también pueden verse instalados en el Puerto de las Palmas y próximamente llegarán al puerto de Barcelona.

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