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El despliegue de contadores inteligentes conectados al sistema de telelectura de Canal de Isabel II llega ya a la mitad de los puntos de suministro de la Comunidad de Madrid. Este mes de agosto, la empresa pública ha alcanzado los 800.000 equipos instalados, hito que le acerca a su objetivo de finalizar 2026 con el 100% de los equipos de medida integrados en este sistema: en total, 1,6 millones de dispositivos.
La instalación de contadores con tecnología de telelectura, que registran una medición automática cada hora, en lugar de la realizada por un lector de forma presencial cada dos meses, permite a la compañía realizar una gestión más eficiente y personalizada del recurso, ya que multiplica por 1460 los datos disponibles y reduce el tiempo de detección de anomalías.
El análisis de esa información ha permitido alertar, en los últimos dos años, a más de 50.000 clientes cuyos patrones de consumo resultaban anómalos, propios de un escape de agua en el interior de la instalación. El envío de estos avisos automáticos por posibles fugas ha permitido ahorrar cerca de 10 hm3 de agua.
Los clientes que disponen de telelectura también pueden configurar sus propias alarmas, tanto por superar un nivel de consumo de agua diario u horario, como por no alcanzar un consumo diario establecido. Estas alarmas, que ya han configurado más 2.700 usuarios, permiten comprobar si existe consumo cuando no debiera haberlo (por ejemplo, si se está de vacaciones), o, por el contrario, si deja de registrarse pese a haber gente en la vivienda.
Los servicios asociados a la telelectura, así como la instalación y conexión del propio contador, no acarrean coste alguno para los usuarios, que pueden consultar sus consumos detallados y establecer sus alertas desde la Oficina Virtual de Canal de Isabel II. El acceso a esta información más pormenorizada suele traducirse en una mayor conciencia hídrica y en la adopción de medidas de ahorro a nivel individual.
La telelectura no solo mejora la gestión del agua en el ámbito doméstico, sino que también proporciona datos valiosos para optimizar el funcionamiento de la red general de abastecimiento. Por ejemplo, mediante el análisis de los patrones de consumo de los usuarios, Canal pueden realizar comparativas entre distintas zonas y llevar a cabo una planificación más eficiente de la demanda.
Los contadores de agua de última generación son capaces de registrar el consumo cada hora y de transmitir esos datos diariamente. Para ello, al igual que los móviles, necesitan conectividad y cobertura. El internet de las cosas (IoT) es la tecnología que permite interconectar estos dispositivos y los sistemas de información.
Por su parte, el big data consigue procesar y analizar datos masivos de multitud de fuentes (entre ellas, los dispositivos de IoT) con el fin de extraer su valor para convertirlos en conocimiento. Apoyándose en estas dos tecnologías, Canal de Isabel II está renovando su parque de contadores tradicionales por estos equipos capaces de transmitir la información de los consumos mediante la tecnología Narrow Band-Internet of Things (NB-IoT).
La nueva conectividad NB-IoT se apoya en las redes de telefonía móvil y aporta ventajas adicionales, ya que permite más alcance y penetración de las comunicaciones en lugares donde la cobertura convencional no suele estar disponible, como sótanos, arquetas o cuartos de contadores. A través de esta tecnología, se logra la telelectura de los contadores de forma remota y automática.
Este es el balance realizado desde Majadahonda por el presidente de la empresa pública y consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, que ha visitado el Centro de Control y al laboratorio de metrología de Canal, donde se realizan ensayos para certificar el óptimo funcionamiento de caudalímetros y contadores de todo tipo, incluidos los que disponen de telelectura.