Aquavall apuesta por los sistemas de limpieza de alcantarillado suministrados por Tecsan

Para María Sánchez, presidenta del Consejo de AquaVall, "los nuevos vehículos contribuirán a seguir realizando las labores de mantenimiento sobre las infraestructuras de alcantarillado con importantes beneficios medioambientales, sociales y económicos", ya que incorporan un sistema de reciclado/filtrado de agua que permite obtener un mayor rendimiento con menor gasto de agua (que además puede ser tomada de los propios colectores) y menor incidencia en el tráfico al no tener que ir a recargar los camiones y, en general, en la vida en la ciudad.

Estos equipos Müller adquiridos utilizan "un sistema de reciclado muy avanzado que se basa en la reutilización de las propias aguas aspiradas desde el alcantarillado que, una vez filtradas y separadas de los lodos y restos sólidos en el mismo camión, pasan a reutilizarse en la limpieza, impulsándola a presión en las canalizaciones". La capacidad del propio sistema de aspirar hasta el 80% del agua que impulsa permite realizar una única carga de agua diaria (tomada además de la propia red), lo cual convierte a esta tecnología en autosostenible sin apenas necesidad de carga de agua limpia.

El ahorro de agua que se obtendrá con la utilización de estos vehículos y su sistema de reciclado Müller-Tecsan se estima en 3.350 m3/año por cada uno (casi 7 millones de litros de agua) o, lo que es lo mismo, el volumen de agua de dos piscinas olímpicas. Además de este ahorro de agua, esta tecnología de reciclado/filtrado para la reutilización de agua permitirá a AquaVall abordar la limpieza de grandes colectores de forma mucho más eficiente, dado que, con la tecnología convencional empleada hasta ahora, los tiempos y medios dedicados a la limpieza de estos grandes colectores hacían esta tarea técnica y económicamente insostenible.

Otro aspecto importante a tener en cuenta en el aumento de rendimiento de este sistema, que se puede estimar en tres veces superior a los sistemas convencionales, es la drástica reducción de los desplazamientos para recargar agua. Además, aportan la ventaja de que los lodos transportados a la EDAR son mucho más densos, teniendo más sólidos/lodos y menos agua (que se reutiliza para la limpieza), reduciéndose tremendamente el número de viajes y descargas necesarias de dichos lodos en la EDAR, Todo esto, lógicamente, conlleva un ahorro de energía y disminuye las emisiones producidas y la generación de residuos, así como el tráfico en la ciudad.