25 de julio, 2019
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Inteligencia artificial, smart cities, big data, machine learning, smart metering son conceptos que poco a poco suenan con más y más fuerza y de los que, por supuesto, el mundo del agua y en particular el sector del agua urbana, no es ajeno. La innovación y la tecnología permiten una gestión del agua y de los recursos naturales más eficiente y sostenible. Conscientes de esta realidad, son numerosos los proyectos de I+D+i que las empresas públicas, mixtas y privadas de la Asociación Española de Empresas Gestoras de Servicios de Agua Urbana (AGA) desarrollan como una parte fundamental de su actividad diaria.

Ahora más que nunca, debido a las previsibles e imprevisibles consecuencias que el cambio climático trae a nuestro día a día, existe la obligación de revisar la información que atañe a la gestión del agua. Para este reto, hacer uso de los últimos avances tecnológicos será fundamental. El mundo ha cambiado mucho en los últimos años. Existe una nueva realidad social, económica, climática y también, tecnológica. Esto obliga a buscar el camino a seguir, teniendo en cuenta todas ellas y siempre desde el diálogo mediante el debate social -transparente, abierto e inclusivo- y la búsqueda de soluciones consensuadas, teniendo siempre en mente la búsqueda del buen estado ambiental y partiendo de la siguiente premisa: abastecimiento y saneamiento son derechos humanos.

 

Agenda 2030 y ODS

La implicación de los operadores de agua urbana con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 es total. Y para ello, hay que ir más allá de lo convencional e invertir en tecnología e innovación aplicadas al medio ambiente. Muchos de los ODS afectan de forma directa al agua urbana. El más evidente es el 6: ´Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todas las personas´. Pero, por su transversalidad, el agua urbana afecta de forma directa e indirecta a muchos otros objetivos.

Esto es así, porque con el acceso al agua de grifo, se mejoran las condiciones de vida (disminución de hambre y pobreza), aumentan higiene y aseo personal (la salud y bienestar), se favorece la igualdad de género, se disminuye el uso de plásticos (acción por el clima) y así se pueden seguir nombrando distintos ODS relacionados con el agua urbana, hasta demostrar que en realidad todos guardan relación con la misma.

El compromiso de las empresas de agua urbana con la acción por el clima y por lograr lugares para vivir de forma sostenible y saludable solo se podrá llevar a cabo mediante la aplicación de tecnologías avanzadas que permitan, por ejemplo, reducir la cantidad de energía necesaria y obtener la misma de fuentes totalmente limpias con el objetivo de descarbonizar el sector al 100%.

La huella de carbono (HC) del sector corresponde en su mayoría (alrededor del 75% del total) al Alcance 2, es decir, emisiones procedentes de la producción de la energía necesaria para el funcionamiento de las instalaciones. El total de emisiones (menos del 0,4 % del conjunto del país) está muy por debajo de lo que supone el sector en el PIB español (0,65 % del total). No obstante, se trabaja por la disminución de dichas cifras de emisiones hasta lograr la ya mencionada descarbonización.

 

Infraestructuras de agua urbana: infraestructuras críticas

No cabe duda de que las infraestructuras de agua urbana son críticas, sirven a toda la población y un ataque contra las mismas, pondría en riesgo este servicio básico. Por tanto, su protección es un objetivo prioritario de las autoridades competentes. Solo mediante el uso de la tecnología adecuada se estará en disposición de proteger las infraestructuras básicas, frente a ataques que aún se desconocen, pero que están ya tomando forma. Por tanto, este es otro punto más, donde la I+D+i será clave.


Digitalización

Internet de las cosas, modelización y BIM (Building Information Modelling) o gemelos digitales, son conceptos ya familiares y ejemplos de tecnología e innovación aplicadas directamente a obra y explotación de infraestructuras. Ya sea para el día a día de la gestión de infraestructuras, o para la relación empresa-cliente (facturas, cobros, reclamaciones, atención personalizada, etc.), el futuro será digital o no será. En esta línea, las empresas llevan ya años trabajando y está claro que seguirán afianzando esfuerzos y ampliando horizontes, en beneficio siempre del medio ambiente y del servicio a la ciudadanía.


Economía circular

El sector del agua urbana es uno de los pocos que puede llegar a ser autosuficiente energéticamente -al menos bajo determinadas circunstancias-, aunque para ello son necesarios cambios normativos y legislativos, que se irán  sucediendo a la mayor brevedad posible, en pro de una economía descarbonizada y totalmente verde, en sintonía con la orientación que marca la Agenda 2030.

El ciclo integral del agua permite obtener energía en distintos puntos de la red (saltos hidráulicos, fangos de depuración, etc.), además es muy sencillo instalar sistemas de aprovechamiento solar en las instalaciones y aplicar otras muchas tecnologías y soluciones.

En particular, las depuradoras son el paradigma de la economía circular, pues, a partir de agua residual, se obtiene: agua depurada para devolver a cauce, agua regenerada para aplicar a otros usos, energía eléctrica (para autoconsumo e incluso reintroducción a la red), abonos y fertilizantes para usos agrícolas, biogás (aprovechable por ejemplo para flotas de vehículos) y un largo etc.

La continua aplicación de tecnologías innovadoras hace que esta circularidad de la economía pueda ir en aumento progresivamente. En este punto estratégico trabajan constantemente las empresas de agua.

 

Percepción social

También es fundamental la concienciación de la sociedad civil. Solo así será posible que el agua de grifo sea la opción de consumo absolutamente preferente, frente a otras, evitando con ello utilizar plásticos de un solo uso, por poner un ejemplo. Para esta concienciación, es necesario utilizar los medios de comunicación de una forma avanzada y moderna, sin olvidar la aparición en la prensa tradicional, pero utilizando nuevas tecnologías y redes sociales accesibles al ciudadano de forma inmediata para mantener así una relación directa e instantánea. Esto es muy relevante, puesto que es básico promover la participación real y efectiva por parte del conjunto de la sociedad. Conscientes de esta situación, en los últimos años, las empresas han buscado nuevas fórmulas de comunicación y relación con los ciudadanos.


AGA apuesta por el I+D+i

En definitiva, AGA apuesta por la tecnología y defiende el esfuerzo en innovación que llevan a cabo, desde hace décadas, sus empresas públicas, mixtas y privadas asociadas. Empresa, universidad, colaboración público-privada, el impulso que se pueda dar desde las administraciones e instituciones competentes, así como una adecuada coordinación, son clave para que innovación y tecnología se apliquen de manera cada vez más generalizada al sector del agua urbana.

Todo ello redundará, sin duda, en un mejor servicio a la ciudadanía y un acercamiento total a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el cumplimiento de la Agenda 2030. Nuevos retos han de ser solventados con nuevas ideas y propuestas innovadoras que, como hasta ahora, el sector del agua urbana apoyará e implantará.

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