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Las filtraciones y los fenómenos extremos se consolidan como la mayor amenaza patrimonial para los hogares españoles, un riesgo millonario a menudo subestimado. Se calcula que el 80% de los daños a propiedades por catástrofes naturales en España son causados por inundaciones. Por ello, los expertos en seguridad de ADT recomiendan combinar planificación con tecnología para mitigar un problema que va más allá de las grandes riadas.
Las inundaciones se han convertido en el principal ´enemigo silencioso´ para la seguridad de los bienes en España. Los daños por agua son responsables del 80% de las indemnizaciones a propiedades por catástrofes naturales, según el ´Barómetro de Catástrofes Naturales 2023´ de la Fundación Aon. En total, las catástrofes naturales tuvieron un coste asegurado de 2.449 millones de euros el pasado año, una cifra que evidencia la creciente vulnerabilidad de hogares, comercios e industrias.
El informe desglosa que las viviendas son las más perjudicadas, acumulando el 44% de los costes. Este dato pone de manifiesto que el riesgo no solo proviene de grandes desastres meteorológicos, sino también de fugas y fallos en instalaciones domésticas. Una entrada de agua que alcance un metro de altura puede causar daños estructurales graves, pero basta una pequeña fuga para arruinar muebles, provocar cortocircuitos peligrosos y destruir aparatos electrónicos, ocasionando trastornos y costes de miles de euros.
Ante esta realidad, la prevención es la herramienta más eficaz y económica para proteger la vivienda y los negocios. Adoptar una serie de medidas sencillas puede marcar la diferencia entre un pequeño susto y un desastre económico. Los expertos en seguridad de ADT, empresa de alarmas y seguridad electrónica, aconsejan combinar planificación con tecnología para mitigar un problema que va más allá de las grandes riadas:
La creciente frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y la fragilidad de las infraestructuras domésticas hacen que la prevención activa ya no sea una opción, sino una necesidad para proteger lo que más importa. "En ADT, nuestra misión es ofrecer tranquilidad total, y eso implica anticiparnos a todos los riesgos. Los daños por agua son una amenaza real y extremadamente costosa, pero la tecnología nos permite combatirla eficazmente", afirma José González Osma, director general de ADT. "Nuestro detector de inundación, de fácil instalación, utiliza tecnología avanzada para identificar los primeros milímetros de agua y enviar una alerta inmediata a la Central. Esta inmediatez es la que permite convertir un potencial desastre de miles de euros en una simple incidencia. Integrando este dispositivo en el ecosistema de seguridad de ADT Smart Security los clientes están protegidos de forma integral, no solo contra la intrusión, sino contra cualquier imprevisto".