La CHJ inicia el año hidrológico con un buen nivel de agua embalsada pese a las escasas precipitaciones registradas

Son datos que permiten calificar como ´bueno´ el actual estado de las reservas de agua almacenada, a pesar de haber dejado atrás un año hidrológico más seco y caluroso de lo habitual. Para el director técnico de la CHJ, Manuel Torán, la pasada campaña fue “terrible” en cuanto a precipitaciones y temperatura. “La escasez de lluvias ha sido notable y eso impide que podamos acumular más agua en los embalses. A esto hay que sumar un año muy caluroso, con repetidas olas de calor, que se ha traducido en un mayor consumo y una elevada evaporación en nuestros embalses”, ha comentado.

Pese a todo, Torán ha destacado que el suministro para el abastecimiento de todos los usuarios está “asegurado”, aunque ha señalado que podría haber “dificultades” si se repite un año como el pasado. Con todo, confía en que las precipitaciones sean copiosas y repetidas en el tiempo durante las próximas estaciones de otoño, invierno y primavera. “Lo ideal y deseable es que llueva en la cabecera de los ríos de aportación a nuestros embalses, así podremos almacenar lo máximo posible de cara a la próxima campaña de riegos”, ha explicado.

Precipitaciones por debajo de la media

Cabe destacar que la precipitación media acumulada en el pasado año hidrológico (entre el 1 de octubre de 2022 y el 30 de septiembre de 2023) fue de 411 mm, mientras que la media de la serie histórica de los últimos 33 años se sitúa en 445 mm. Según los datos recopilados por los pluviómetros del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la CHJ, las mínimas de lluvia anual acumulada se han registrado en Castelfrío (Teruel) con 130 mm, Casinos (Valencia) con 200 y Sierra Cid (Alicante) con 204. Por otro lado, los máximos acumulados se han registrado en Huerto Mulet (Valencia) con 863 mm, y en los pluviómetros del Barranc de la Casella de Alzira (Valencia) y Ciudad Encantada, en Valdecabras (Cuenca), con 818 mm acumulados en ambos puntos.

Las precipitaciones, como suele ser habitual en la Demarcación Hidrográfica del Júcar, han sido irregulares, con meses más húmedos de lo normal, como mayo y junio, y periodos muy secos, como en el primer trimestre de 2023; pero este año, además, ha tenido la particularidad de que las lluvias se han concentrado en el litoral. “Lo hemos podido ver en la última DANA que afectó a nuestro territorio. En algunos puntos llovió mucho, pero eran zonas cercanas a la costa y en lugares donde no contamos con infraestructuras hidráulicas que permitan almacenar el agua”, ha indicado Torán.

Gestión coherente y eficiente

Pese a estas circunstancias, los embalses gestionados por el organismo de cuenca arrancan el año hidrológico casi a la mitad de su capacidad de almacenamiento y con una cifra, 1.362 hm3, que supera la media del volumen almacenado en los últimos 10, 20 y 30 años. “La gestión que hemos realizado, tanto los usuarios como la Confederación, ha sido coherente y eficiente; por eso estamos en estos niveles”, ha destacado el director técnico. Respecto a los consumos de agua, Torán ha señalado que los grandes usuarios del sector agrícola, a pesar del calor y de la falta de precipitaciones, no han incrementado el gasto, sino que “han sabido ajustarse a lo estipulado en el actual Plan Hidrológico del Júcar”.