8 de febrero, 2022
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Siempre que se habla de Latinoamérica desde un punto de vista hídrico, lo primero que llama la atención es que se trata de la tercera región del mundo que cuenta con más agua dulce, aunque no hay que olvidar que muchos de sus países luchan todavía por alcanzar una seguridad hídrica universal. La digitalización puede ser una solución para los operadores de agua que pretenden avanzar hacia unos servicios de agua y saneamiento de calidad. Y en este contexto, HWM Latinoamérica se podiciona como un partner tecnológico para todos ellos.

Aunque Latinoamérica cuenta con el 31% de las fuentes de agua dulce del mundo, hay innumerables matices detrás de esa cifra: por el dictado de la naturaleza y la geografía, la distribución del agua potable en la región es desigual, incluso en zonas de un mismo país. No hay que olvidar tampoco  que casi 166 millones de personas en la región, o 26% de la población, aún no tienen acceso a un abastecimiento de agua potable que satisfaga los criterios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, más de 443 millones de personas, o 69% de la población, todavía no disponen de los servicios de saneamiento adecuados, en particular en el tratamiento y disposición de las aguas servidas.

Aun siendo una de las regiones con más agua potable del planeta, la sequía es uno de los fenómenos naturales que más daños produce en Latinoamérica, aunque es el más silencioso de todos, pues huracanes y terremotos son los que reciben la mayor atención. Sin embargo, de manera callada, la sequía causa tantas o más pérdidas de vida y bienes materiales que ningún otro peligro físico, según datos de la FAO. En estos últimos años, Latinoamérica ha sufrido grandes sequías, generando pérdidas de ingresos cuatro veces mayores a las provocadas por inundaciones. En lo que va de siglo, algunos países como Brasil, Honduras, Guatemala, Ecuador, Bolivia, Chile o Perú, entre otros, se han visto afectados por las peores sequías de su historia.

 

Retos del agua

En este escenario, Latinoamérica se enfrenta en los próximos años a numerosos retos para mejorar esta situación y cumplir con los objetivos recogidos en la Agenda 2030 en lo referido a agua potable y saneamiento. Para ello, será fundamental implementar medidas dirigidas a la transformación digital del sector que ayude a los servicios públicos a ser más resistentes, innovadores y eficientes, y a su vez construir una base más sólida y económicamente viable para el futuro. La utilización del valor de los datos, la automatización y la inteligencia artificial permitirá a los servicios públicos de agua ampliar los recursos hídricos, reducir el agua que se pierde, ampliar los ciclos de vida de la infraestructura y proporcionar la base de la seguridad financiera.

Hoy en día, son cada vez son más los organismos operadores en Latinoamérica que tienen claro que la gestión del agua y el saneamiento no radica en seguir haciendo políticas tradicionales sino que es fundamental dar un paso adelante y fomentar inversiones en la digitalización del sector. El desafío es la incorporación de nuevas tecnologías capaces de dar ´inteligencia´ a la infraestructura hídrica que ayude a tomar decisiones, mejorar la gestión e incrementar la eficiencia.

Los avances en inteligencia artificial, big data y 5G irán transformando el sector del agua en Latinoamérica y mejorarán sin lugar a dudas la gestión de los recursos hídricos, ofreciendo más control sobre el suministro, la calidad, la generación de los servicios de agua, el control de las pérdidas y obteniendo así mejores resultados de la gestión. Un incremento de la digitalización y otras acciones pueden impulsar el crecimiento en 5,7 puntos porcentuales durante un período de 10 años. Para América Latina y el Caribe, eso representa alrededor de 325.000 millones de dólares en ingresos adicionales durante ese decenio. La imagen adjunta muestra el impacto de la digitalización de los servicios de infraestructuras en el PIB. En concreto muestra el cambio acumulado, como puntos porcentuales del PIB, del contrafactual (en otras palabras, digitalización) menos los índices de crecimiento de referencia (en otras palabras ´la situación habitual´) a lo largo de 10 años.

 

Más que una inversión, una transformación

Latinoamérica necesita algo más que invertir en nuevas estructuras. Así de contundente lo dice el Banco Interamericano de Desarrollo, que traza el rumbo de una masiva transformación de la infraestructura en América Latina y el Caribe mediante avances en eficiencia, uso de las tecnologías digitales, y un cambio de enfoque hacia la calidad y la asequibilidad de los servicios al consumidor en lugar de las estructuras. Destinar más fondos públicos y privados en la transformación digital del sector ayudará a garantizar el acceso, la calidad y la asequibilidad de los servicios de agua potable y saneamiento con el fin de reducir la desigualdad y asegurar la prosperidad de la región en los próximos años. Los ministerios y organismos que regulan el sector agua deberán actualizar sus marcos regulatorios para aprovechar al máximo las oportunidades de la digitalización y para asegurarse de que una mayor competencia se traduzca en beneficios tangibles para los usuarios.

 

HWM Latinoamérica, un partner tecnológico

Empresas como HWM Latinoamérica, especializada en aportar soluciones innovadoras para el ciclo integral del agua, tiene mucho que aportar en este contexto. Desde que inició sus actividades en Latinoamérica, ha pretendido ser protagonistas de los cambios que hoy por hoy ya se están produciendo en el sector agua potable y saneamiento en la región. Durante estos años, esta compañía ha acompañado a numerosas empresas operadoras en su transformación digital, implementando soluciones novedosas con un alto componente tecnológico dirigido principalmente a la gestión avanzada de presiones y la monitorización de los principales parámetros, como son la presión, el caudal, la calidad del agua y las fugas.

Actualmente, HWM Latinoamérica dispone de sensores, tanto fijos como móviles, para proporcionar datos casi en tiempo real sobre la calidad del agua, los caudales, las presiones, los niveles de agua y la detección de fugas, entre otros parámetros. Los sensores pueden estar distribuidos por los sistemas para ayudar a las operaciones diarias optimizando el uso de los recursos (por ejemplo, el uso de productos químicos para el tratamiento del agua, desplazamiento de personal para la adquisición de datos, etc.), detectar, acotar, diagnosticar y prevenir proactivamente los acontecimientos perjudiciales (por ejemplo, roturas de tuberías, fugas de agua, colapsos o atascos del alcantarillado, etc.), y proporcionar información útil para el mantenimiento preventivo y la mejora de la planificación a medio y largo plazo de los servicios de abastecimiento de agua (por ejemplo, ayudando a dar prioridad a las reparaciones y sustituciones de la infraestructura anticuada).

Estos sensores proporcionan a los organismos operadores datos fundamentales de los parámetros de calidad del agua, de manera autonoma sin necesidad de contar con energía eléctrica en el punto de instalación, alertando cuando no se cumplan con valores establecidos en la norma para ofrecer a sus usuarios agua con en condiciones adecuadas de calidad que garanticen la salud.

Además, esta compañía proporciona soluciones digitales para realizar una gestión avanzada y eficiente de la presión, que permita reducir de una manera significativa las pérdidas de agua, alargar la vida de las infraestructuras, reducir los costes operativos, de mantenimiento, energéticos y lo más importante, ofrecer un mejor servicio a los usuarios. Cuenta con caudalímetros electromagnéticos de inserción, ultrasónicos de tiempo de tránsito o con tecnología radar no invasivos, todos ellos capaces de proporcionar datos de caudal fundamentales para la gestión y operación de los sistemas de abastecimiento y saneamiento.

 

Conclusión

Las empresas de servicios públicos en Latinoamérica se encuentran en diferentes niveles de madurez para adoptar estas categorías de soluciones y enfoques digitales. Lo que es seguro es que ninguna empresa operadora de los servicios de agua y saneamiento quedará al margen de la transformación digital, siendo responsables de hacer frente a los desafíos del sector con el fin de asegurar los recursos hídricos para las generaciones futuras. Por ello, las empresas de servicios públicos en Latinoamérica deben explorar nuevas posibilidades y soluciones, y alejarse de la infraestructura tradicional y heredada para seguir prestando servicios adecuados para satisfacer las demandas de la sociedad y estar a la altura de los desafíos y oportunidades del siglo XXI. Las empresas de servicios públicos de agua y saneamiento deben adoptar soluciones digitales. Realmente no hay alternativa.

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