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España presenta avances significativos en eficiencia, calidad del agua y digitalización del ciclo urbano, pero necesita un impulso inversor urgente para asegurar la resiliencia hídrica a largo plazo. Esa es la principal conclusión del XVIII Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento, presentado por la Asociación Española del Agua Urbana (DAQUAS), que analiza datos de 2024 sobre una muestra de 36,4 millones de habitantes.
El informe confirma que, pese al esfuerzo creciente de los operadores (que han duplicado su inversión hasta los 2.415 millones anuales), la renovación de infraestructuras continúa muy por debajo de los estándares necesarios: solo se sustituye el 0,54% de la red de abastecimiento y el 0,12% de la de saneamiento, frente al 2% recomendado para garantizar su vida útil. Este desfase sitúa el déficit anual del sector en 4.485 millones de euros, dificultando la capacidad de los municipios para cumplir con las nuevas exigencias europeas en materia de aguas de consumo y tratamiento de aguas residuales. “Estamos ante un problema que ya no puede esperar más: sin planificación, financiación y estabilidad regulatoria, la seguridad hídrica del país estará en riesgo”, ha señalado el presidente de DAQUAS, Jesús Maza.
El estudio también destaca que las tarifas siguen sin cubrir los costes reales del servicio. El precio medio del agua doméstica en España es de 2,23 €/m³, un 43% inferior a la media europea, y representa solo el 0,84% del presupuesto familiar. Esta infrafinanciación limita la renovación de redes envejecidas, la implantación de nuevas tecnologías y la mejora de la eficiencia operativa. A pesar de ello, el consumo doméstico español se sitúa entre los más bajos de Europa, con 121 litros por habitante y día, y una distribución de usos donde el 66% corresponde al ámbito doméstico.
Frente a estas carencias estructurales, el sector muestra avances relevantes en sostenibilidad, transición energética y economía circular. El 86% de los operadores calcula su huella de carbono y el 80% aplica planes de mitigación. La reutilización de agua depurada alcanza los 735 hm³ anuales, equivalente al 18,7% del agua suministrada, con un notable crecimiento en la Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia, Cataluña y Canarias. La generación de energía renovable en el ciclo urbano asciende a 705 GWh anuales, impulsada principalmente por el biogás producido en las estaciones depuradoras.
El progreso en digitalización es igualmente significativo: el 83% de la red de abastecimiento está modelizada, el 100% registrada en sistemas GIS y la telelectura de contadores se duplica hasta alcanzar el 38%. Además, todas las estaciones depuradoras cuentan con sistemas SCADA, lo que mejora el control en tiempo real y aumenta la eficiencia del servicio.
En el ámbito social, el estudio subraya que el 86% de la población reside en municipios cuyos operadores aplican mecanismos de acción social que garantizan el suministro en hogares vulnerables. Asimismo, la calidad del agua del grifo en España mantiene un alto nivel gracias a la implantación de Planes Sanitarios del Agua en el 82% de los operadores.
DAQUAS concluye que España dispone de un sector tecnificado, líder en tecnología, con profesionales de alto nivel y servicios que gozan de una elevada satisfacción entre los ciudadanos. Sin embargo, la asociación advierte de que la falta de inversión, la fragmentación regulatoria y la ausencia de una gobernanza homogénea ponen en riesgo la sostenibilidad futura del ciclo urbano del agua. Por ello, reclama un pacto político y social que devuelva el agua a la agenda pública y permita planificar con estabilidad las inversiones necesarias para garantizar un modelo hídrico moderno, seguro y resiliente.